• 23 noviembre, 2021
• ucesaraugusta
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El paseo de los horrores está en el centro de Zaragoza

La ribera del Huerva podría ser un espacio natural sin igual pero «está muy descuidado»

Nos estamos refiriendo al cauce del Huerva. El río que recorre Zaragoza sin que los zaragozanos podamos disfrutar de sus riberas.

Si recorremos su cauce desde la desembocadura en el Ebro hasta que se aleja de la ciudad, pasado el parque grande, podemos ver con claridad el trato que le hemos dado. La única parte acondicionada es la desembocadura, con una zona ajardinada accesible y el cauce “disfrutable”, porque cuando llegamos a la calle Joaquín Aznar Molina ya vemos un voladizo sobre él para poder desarrollar la calle y un lado del cauce privatizado al llegar a Endesa. Un poco más allá, se adentra en el interior de la ciudad. En su día se consideró que era más fácil construir calles encima que poder disfrutarlo. Ni siquiera los más mayores recordarán el puente que había en la plaza Paraíso o el cubrimiento para hacer la Gran Vía.

Cundo vuelve a aparecer existe una zona, hasta el llamado “puente de los Gitanos” en la que se intentó hace años crear un pequeño paseo ciudadano, muy descuidado. Y a partir del puente, ya prácticamente es inaccesible en sus dos orillas; más allá del parque, aunque en alguna zona se ha ajardinado (pero lejos del cauce), este se hace prácticamente invisible.

¿Como es posible que Zaragoza “oculte” el río? No se trata de ejecutar proyectos faraónicos como el que tiene el Ayuntamiento para el tramo entre la Gran Vía y el “puente de los Gitanos”, se trata de pensar en pequeñas intervenciones que acerquen un espacio natural privilegiado para el disfrute de los zaragozanos. Las diferentes organizaciones ecologistas deberían estudiar las medidas a adoptar para respetar el medio natural, deberían defender su incorporación a la ciudad de la manera más digna posible.

Que una ciudad como Zaragoza haya puesto en valor las riberas del Ebro y no haya hecho lo mismo con el Huerva denota no solo falta de sensibilidad, sino desidia absoluta. Los vecinos de la zona de Moncasi llevan años reivindicando esas pequeñas actuaciones sin que ninguna corporación haya dado el paso. ¿Tan difícil es? ¿No queremos plantar varios cientos de miles de árboles por todo el perímetro de la ciudad? ¿Por qué no acondicionar de manera respetuosa el paso de un río por el casco urbano de Zaragoza?

Es de suponer que el futuro nos juzgará por no haberlo hecho, por la dejadez de una sociedad “civilizada” hacia un espacio natural olvidado y más que olvidado, degradado.

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