Palabras Perdidas Buzón

Palabras perdidas

Palabras perdidas 795 596 Unión Vecinal Cesaraugusta

Buzones (amarillos) y cabinas telefónicas.

Ya casi no se ven.  En los bajos del edificio de Correos de la avenida Anselmo Clavé hay unos cuantos buzones arrancados de sus sitios originales, esperando una muerte definitiva que los haga desparecer. Da cierta pena verlos allí, agrupados, sin poder ejercer la función que han cumplido desde “siempre”.

Ya casi no se usan.

Cabinas telefónicas que funcionen no debe haber ya. Ya nadie las usa tampoco. Tienen una muerte anunciada.

Hoy las cartas, las palabras, las voces se han convertido en mensajes instantáneos, audios y videos compartidos, buenas noches interminables, caritas, faltas de ortografía…

Inmediatez y no más de un minuto para leer, ver o escuchar.

¿Qué ha quedado de esas palabras escritas a mano? Palabras pensadas y repensadas, escritas para comunicarse muy de vez en cuando, para transmitir emociones, para provocarlas, para comunicarnos sin llenar el espacio de mensajes que reenviamos sin a veces haberlos visto.

La llegada de la telefonía portátil satisfizo una necesidad, parece que imperiosa, de hablar, de estar hablando y comunicándonos continuamente, aunque fuera para decir que estoy en el autobús y llego en cinco minutos.

Hablar, hablar sin pausa, olvidando los silencios, las pausas, el uso prudente y consciente de la palabra.

Las nuevas generaciones ya no sabrán qué fueron un buzón y una cabina telefónica. Ni ellos ni nosotros iremos al funeral.

Constancio Navarro Lomba Presidente Unión Vecinal Cesaraugusta

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