La residencia para jóvenes junto a Macanaz

• 21 diciembre, 2021
• ucesaraugusta
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El pasado martes 14 de diciembre salió publicado en el Heraldo de Aragón en su versión en papel una noticia que lleva por título «Las obras de la residencia para jóvenes junto a Macanaz comenzarán a mediados de 2022». El día de antes, en el mismo medio, pero en su formato online salió publicado otro artículo cuyo título es «Las obras de los miniapartamentos del puente de Santiago para jóvenes comenzarán a mediados de 2022». Pueden consultar la noticia en el siguiente enlace:

https://www.heraldo.es/noticias/aragon/zaragoza/2021/12/13/las-obras-de-los-miniapartamentos-del-puente-de-santiago-para-jovenes-comenzaran-a-mediados-de-2022-1540124.html?autoref=true

A continuación, como es habitual, pasamos a comentar la noticia:

Las obras de la residencia para jóvenes (“cohousing”) junto a Macanaz comenzarán a mediados de 2022.

336 habitaciones de 18,5 metros cuadrados (dormitorio, baño, cocina y mesa de estudio) y estancias de uso común (salones de juego, comedores y áreas de estudio) además de 75 plazas de aparcamiento subterráneas y 25 en superficie. En planta baja cafetería, tienda de alimentación, gimnasio y área de trabajo compartido (coworking). En la azotea, una terraza “chill out”. El precio, 335 euros al mes.

Va dirigido a jóvenes de hasta 30 años para favorecer su emancipación. La residencia la promueve el Gobierno de Aragón junto al puente de Santiago.

La fórmula para su construcción es una concesión demanial a 75 años. ¡Vaya! Es la misma fórmula que la empleada por el Ayuntamiento en la residencia de estudiantes de la zona de Zamoray Pignatelli.

Se aplaude la idea, que moderniza la ciudad y que existe hace muchos años en otros países, aunque debería haberse planteado hace mucho tiempo, porque no es tan diferente de una residencia de estudiantes, llámese colegio mayor o de cualquier otra forma. 336 jóvenes lo tendrán más fácil a la hora de independizarse, sin que se haya aclarado el método de selección, las circunstancias que harán necesario que abandonen la residencia porque ya podrán desarrollar su vida sin ayudas (al fin y al cabo, es una ayuda a su emancipación, que necesariamente debe ser temporal), o si se les facilitarán los medios para que cuando finalice su estancia dispongan de las herramientas suficientes para “volar” en libertad.

Pero también hay que aplaudir la residencia de estudiantes planteada por el Ayuntamiento en Pignatelli, capaz de llenar la zona de gente joven y que emplea una fórmula muy similar, pero también muy criticada en este caso, para llevarla a cabo. La crítica no puede ser diferente en función de quién la propone.