Un planteamiento equivocado

Un planteamiento equivocado 150 150 Unión Vecinal Cesaraugusta

tribuna de opinion

La intención del equipo de Gobierno del Ayuntamiento de Zaragoza de llevar a los tribunales la propiedad de la catedral de San Salvador y de la iglesia de La Magdalena no deja de ser uno más de los debates ideológicos en los que se halla inmerso el gobierno de Zaragoza en Común. Entre otros, el más reciente, su deseo de rescatar el servicio 010 y otros servicios que en la actualidad desempeñan diferentes empresas concesionarias.

 

La iglesia de La Magdalena y la catedral de la Seo han sido templos religiosos desde el siglo XII, dedicados al culto y mantenidos y conservados en el día a día y durante muchos siglos por la Iglesia católica. Y todo ello al margen de que en su momento no se registrase la propiedad –que no se podía–, o de que se haya hecho a posteriori –hace ahora casi 30 años–, cuando ya era factible. Desde este punto de vista, la Unión Vecinal Cesaraugusta entiende que no hay discusión posible.

 

Al propiciar estas acciones legales solo se busca elevar a categoría un detalle y hacer del debate ideológico el primer y principal frente de batalla. Y vete a saber si, también, enmascarar carencias en la gestión o las dificultades para llevar a buen puerto el gobierno de Zaragoza con propuestas, de verdad, dirigidas a los ciudadanos y destinadas a mejorar su calidad de vida. Este pleito no consigue ni una cosa ni la otra. No pretende velar por los intereses de los zaragozanos porque solo busca contentar a unos pocos; ni va a mejorar su calidad de vida por el hecho de que la titularidad de  estos templos sea pública o no.

 

Respecto al primer argumento, lo único que puede propiciar –y ya está sucediendo– es que el debate cale en la sociedad y, lo que resulta más peligroso, que se encone alrededor de partidarios y detractores; que se traslade a la calle; que la provocación, poco a poco, le gane terreno a los argumentos razonados; en definitiva, que se traduzca en división y fractura.

 

Sobre la titularidad pública o no, lo realmente interesante no sería hablar tanto de la propiedad como de qué hacemos con ella. Y ahí, lo que resulta evidente es que el Ayuntamiento de Zaragoza es la institución que menos que tiene que decir, aunque sea la que más ruido esté haciendo.

En la actual reforma de la iglesia de La Magdalena, es el Ministerio de Fomento el que ha hecho una importante inversión, junto al Arzobispado de Zaragoza. También hay unos cuantos ejemplos de dinero aportado por el Gobierno de Aragón para la recuperación, mantenimiento y puesta en valor de otros templos.

 

Ese sí que podría ser un enfoque: ¿Se deberían dar otros usos a estos espacios dedicados al culto, además de los religiosos habituales? Seguramente sí. Es algo que ya sucede en iglesias como, por ejemplo, la de San Pablo, donde se celebran conciertos que no están relacionados con la música sacra y otras actividades compatibles con el uso principal.

 

Lo dicho, el gobierno de Zaragoza en Común se ha equivocado en la forma y en el fondo, aunque seguramente teniendo muy claro lo que buscaba y ha conseguido. Eso sí, actuando en contra de los intereses de la mayoría de los zaragozanos. Buscar problemas donde no los hay y encender la chispa de un debate estéril y abocado al fracaso y a la confrontación, no es precisamente lo que los vecinos esperamos de los gobernantes de Zaragoza.

 

José Luis Rivas

Presidente de la Unión Vecinal Cesaraugusta

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