Política de vivienda

• 27 marzo, 2023
• ucesaraugusta
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Nos acercamos a fechas electorales en las que los ciudadanos tenemos que darle el voto a alguna formación política, aquella que creemos que más se acerca en sus propuestas a lo que nosotros deseamos o pensamos.

Pero también llega, y de hecho ya ha llegado hace bastantes días, la época en la que se prometen cosas de las que no sabemos cómo se pagarán, cómo serán y cuándo se harán.

Pasa con la política de vivienda. Cada vez que hay elecciones se prometen miles de viviendas de promoción pública, de protección oficial, de alquiler para jóvenes, para familias con pocos recursos, etc.

Es curiosos que después de cuatro años de gobierno les entre prisa precisamente ahora para hacer anuncios.

Recuerdo en los ochenta, en los noventa y, en general, en cada momento en el que hay elecciones, cómo las administraciones (todas) repiten la misma letanía. Pero antes, cuando el precio subía, las administraciones sacaban al mercado los terrenos que tenían para que, al haber más oferta, se moderara, cuando había necesidad de vivienda de precio asequible se facilitaba la construcción de vivienda de protección oficial y cuando hacía falta se promovían viviendas en régimen de protección especial. Y para las personas con menos recursos, se promovía la edificación pública, directamente por las administraciones.

Pero ahora, por diferentes razones, se prohíbe temporalmente el desahucio, imponiendo al propietario de la vivienda la obligación de mantener al inquilino, cuando debería ser la administración la que se hiciera cargo de estas situaciones; se prohíbe el aumento del alquiler por encima de una cifra concreta, desconociendo que cada vez que se ha intervenido en el mercado de esta manera, los resultados han provocado situaciones mucho peores de las que se pretendían solucionar. Siempre ha sido así; no existe intención política de acabar con la usurpación de viviendas o con la inquiocupación, produciendo distorsiones en el mercado que perjudican gravemente el sistema de propiedad.

En resumen, no existe la necesaria política de vivienda que una sociedad desarrollada debería llevar a cabo. Parece mentira que, en esta cuestión, como en otras, se está retrocediendo de manera clara, iniciándose una deriva que puede llevar a situaciones complicadas.

Constancio Navarro Lomba Presidente Unión Vecinal Cesaraugusta