Colegio Jesús y María

El culebrón del colegio Jesús y María

El culebrón del colegio Jesús y María 795 454 Unión Vecinal Cesaraugusta

Los edificios actuales de lo que fue el colegio Jesús y María parece que se edificaron hacia el año 1944, funcionando como tal 51 años (hasta 1995).

El Plan General de Ordenación Urbana de 1968 (en época preconstitucional) calificó sus terrenos para uso residencial compatible con el docente. En aquella época era habitual que, para favorecer el futuro traslado hacia otras zonas periféricas de la ciudad, hubiera plusvalías suficientes mediante la posibilidad de edificar viviendas.

Un nuevo Plan General de Urbanismo, el de 1986, ya en época constitucional, a la vista de que existía el colegio y con una visión diferente, que entendía que los colegios debían permanecer en la ciudad, lo calificó para uso exclusivamente docente.

Pero el colegio, en el año 1995, decidió irse a la calle Cardenal Gomá y unir sus fuerzas al colegio del Salvador, de los jesuitas, que comienza a funcionar el año 1997.

Se venció el colegio (y el suelo), pero se desconoce la fecha de la adquisición por la entidad Centro de Inversiones y Promociones S.A. (CIPSA) y el precio abonado.

Ya trasladado el colegio y abandonadas sus instalaciones, un nuevo Plan General, esta vez aprobado definitivamente el año 2001, mantiene la calificación del suelo para uso docente y le añade otros usos (deportivo, sanidad, salud, asistencia y bienestar social, cultural, religioso y espectáculos). Y lo hace porque la zona es deficitaria en equipamientos y en espacios libres.

Quizás esta decisión podría haberse matizado porque en la avenida de Goya el hueco del patio del colegio pide a gritos la continuidad de las edificaciones o, por lo menos, evitar las paredes medianeras vistas que ahora existen.

La cuestión es que al comprador del terreno no le salen las cuentas e intenta por todos los medios que en el terreno se puedan edificar viviendas. Recurre en vía judicial la aprobación definitiva del Plan General de 2001, fallando en su contra el Tribunal Superior de Justicia de Aragón el año 2007. El dueño no se arredra y recurre ante el Tribunal Supremo, proponiendo un convenio urbanístico que favorezca sus intereses particulares y los generales de la ciudad, pero solicitando la construcción de viviendas. Este Tribunal falla el año 2011 también en su contra. Es decir, el Plan General del año 2001 sigue en vigor y no se contempla ni una vivienda en el solar.

Los promotores pretendían levantar 380 viviendas y no se contemplaban apenas cesiones al Ayuntamiento. Cinco años después, en el año 2016, el Ayuntamiento decide darle carpetazo definitivo al expediente. Aunque se pretendió abrir un proceso participativo con los vecinos del barrio para conocer las necesidades de equipamientos, nada se llevó a cabo. Es decir, desde 2011 hasta 2016 nadie se movió. Ese año la empresa propietaria había cambiado de nombre y se llamaba Bilbao Patrimonial S.A. Y en estos momentos se llama Wilcox.

Todo volvió a quedarse quieto hasta el año 2020, cuando la empresa propone un convenio al Ayuntamiento para construir 170 viviendas libres cediendo, al parecer, suelo para que el Ayuntamiento construya un centro cívico, el equipamiento más demandado por los vecinos. Ofrecen ceder viales y zonas verdes y se negocia con un aparcamiento.

El Ayuntamiento no lo acepta y señala que las condiciones siguen siendo muy favorables para la empresa dueña del solar, aunque se aviene a negociar un convenio. El colegio, en ese momento, lleva 24 años abandonado y los vecinos de la zona sufren plagas de chinches y de palomas que han colonizado los viejos edificios. Y los equipamientos (el centro cívico) sigue sin construirse.

Ese año (2020) no pudo llegarse a un acuerdo. La oferta de la empresa no la aceptó el Ayuntamiento, que ha seguido negociando con la empresa.

Y llegamos al momento actual, en el que se anuncia que se ha seguido negociando y se ha llegado a un acuerdo. La dueña de los terrenos rebaja a 160 las viviendas, valora la construcción de un centro cívico en 6 millones de euros, se cede terreno para un vial peatonal y se negocia la construcción de un aparcamiento público subterráneo gestionado por una empresa privada.

Si la empresa construye el centro cívico, ya tenemos experiencia en las esquinas del psiquiátrico del edificio “de papel” que se entregó a la DGA. Veremos. Por otro lado, el colegio disponía de aulas, gimnasio, salón de actos, etc; es decir, de todos los elementos que necesita un centro cívico, por lo que antes de demoler el colegio parece que sería oportuno estudiar si pueden rehabilitarse algunos edificios.

Y ya está. Se ha llegado a un acuerdo. La propietaria del suelo ha conseguido su objetivo, que es modificar el Plan General de Ordenación Urbana (que perdió en el Supremo el año 2011) para edificar viviendas. Si el Plan General del año 2001 hubiera previsto esta posibilidad (que era razonable para “tapar” las medianeras en el hueco de la avenida de Goya), hace 21 años que el barrio dispondría del equipamiento demandado, el centro cívico.

Pero todo suena raro, porque Wilcox también es la promotora de la ampliación de Plaza, adjudicación de la DGA en fechas muy recientes.

Colegio Jesús y María

Constancio Navarro Lomba Presidente Unión Vecinal Cesaraugusta

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