Grandes ideas logística

Buenas ideas (y no tan buenas) en Aragón

Buenas ideas (y no tan buenas) en Aragón 795 530 Unión Vecinal Cesaraugusta

En Aragón a veces se tienen buenas ideas y a veces no, pero priman las primeras.

En lo que toca a la ciudad de Zaragoza, Plaza ha sido, es y será un éxito por su ubicación. La idea fue de un ingeniero de caminos Juan Antonio Ros; de hecho, fui testigo del primer dibujo a lápiz de una plataforma logística en la que se integraba perfectamente la red ferroviaria (incompleta en su ejecución actual). Un gran polígono industrial en una ubicación perfecta dentro de la península (los romanos eligieron bien la ubicación de la ciudad de Caesaraugusrta) muy bien comunicado por carretera, por ferrocarril y en las inmediaciones de un aeropuerto con poco tráfico y unas pistas excepcionales (de hecho, es uno de los mayores aeropuertos de carga de España).

Como curiosidad, antes de comenzar su ejecución, el ministerio del ramo había elaborado un mapa de centros logísticos de la península en el que Zaragoza no pintaba nada porque estaba servido por los centros de Madrid, Barcelona, Valencia y Bilbao. El ministerio no apostó por Zaragoza, pero Zaragoza apostó por Plaza. Una buena idea que sigue y seguirá funcionando si se amplía adecuadamente y se mejoran los accesos.

Otra buena idea es el puerto seco junto a Mercazaragoza. Ante la saturación del puerto de Barcelona, alguien pensó que establecer una aduana en Zaragoza y transportar directamente las mercancías a los barcos en el puerto podría ahorrar tiempo y costes. El resultado es que ha funcionado tan bien que ya se ha ampliado.

Y saliendo del ámbito de la ciudad de Zaragoza, hay que destacar el aeropuerto de Teruel, que se ideó por un empresario para el desguace de aviones porque apenas hay otros donde se haga, no solo en España, sino en el mundo. Fue una idea de un empresario que vio negocio donde nadie lo veía. El éxito es tal que se ha ampliado y cada día encuentra más usos.

O el circuito de Alcañiz, aunque sea muy deficitario. Se pretendía aprovechar el tirón que existía en la zona (ha habido carreras en un circuito urbano durante muchos años) creando un circuito que albergara eventos internacionales. Esta idea no ha acabado de funcionar por la falta de infraestructuras (hoteleras, viarias) y de masa crítica de población, suponiendo un coste importante para las arcas autonómicas.

Pero hay otras que no han funcionado. El aeropuerto de Huesca, por ejemplo, no ha tenido nunca sentido. El estudio justificativo de su necesidad basado en el número de usuarios futuros del aeropuerto no acertó, constituyendo un fracaso absoluto. Cuando Aragón optó (dos veces) a unos juegos invernales en el Pirineo, la carencia de buenos accesos, de un aeropuerto cercano, hizo que fracasara. Quizás si se hubiera intentado un aeropuerto de pequeñas dimensiones en Jaca, las cosas hoy serían distintas. Pero es solo una suposición.

Otra idea que no ha funcionado es el llamado PTR (Parque Tecnológico de Reciclado), junto a la ciudad de Zaragoza. Cuando se empezó a hablar del reciclaje, cuando parecía que era una buena línea de negocio, un empresario ideó un polígono industrial inmenso para albergar únicamente empresas que se dedicaran al reciclado. Tuvo determinadas ayudas y se construyó, pero no llegaron las empresas, arruinando a su promotor. Durante muchos años, Gobierno de Aragón y Ayuntamiento de Zaragoza no se pusieron de acuerdo para sacar adelante un polígono vacío, permitiendo la implantación de cualquier tipo de empresa. El desencuentro del que hablamos en un escrito anterior. Hoy día el polígono sigue casi vacío y las administraciones tiene una buena parte del suelo. Una buena idea que no salió bien.

Cuando iba a llegar el AVE a Zaragoza se planteó una idea que pudo ser buena pero no cuajó. Unos hosteleros del Pirineo vinieron a Zaragoza a buscar apoyos para rehacer la línea de ferrocarril Zuera-Turuñana, que se había desmantelado recientemente (se habían quitado las vías incluso). La línea citada sube desde Zaragoza hasta el Pirineo directamente, en línea recta, sin pasar por Huesca. Los hosteleros decían que con esa línea construida podían traer a esquiadores madrileños para ir y volver en el día. Algo imposible pasando por Huesca, estación término. Parecía una buena idea, pero no consiguieron ningún apoyo y la línea sigue desmontada.

Otra buena idea era configurar los horarios del tren que comunica Huesca y Zaragoza de manera que se acomodaran a los de los trabajadores que cada día se desplazan entres estas ciudades. Curiosamente, pasados los años (bastantes), los horarios ferroviarios siguen siendo incomprensibles.

Y llegamos a las uniones de estaciones de esquí. ¿Es una buena idea o no? Es difícil responder, pero se han aunado las prisas (las cosas no pueden hacerse corriendo, sea plan de interés general de Aragón, estudio de impacto ambiental o lo que sea), las elecciones (todos prometen cosas imposibles e irrealizables) y la opinión (dividida) de los habitantes de la zona.

En estas circunstancias, si había prisa por no perder la financiación europea, las cosas había que haberlas empezado mucho antes y no esperar a las elecciones, pero nunca podrá hacerse nada sin contar con los habitantes.

Y felicitar al Colegio de Geógrafos, que ha puesto de manifiesto que el estudio justificativo basado en la futura llegada de esquiadores no estaba suficientemente analizado. Algo que ya pasó con el aeropuerto de Huesca.

Constancio Navarro Lomba Presidente de Unión Vecinal Cesaraugusta

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